lunes, 23 de septiembre de 2013

Práctica 4: "Anatomía del Testículo"

Instituto Politécnico Nacional
Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía
Laboratorio de Embriología Humana

Práctica 4
“Anatomía del Testículo”

Diana Andrea Cruz Huerta
Cuauhtémoc Hurtado González
Aldair Lara Alfaro
Deni Zaira León Valencia
Eunice Lizet Montiel Bernal
Víctor Manuel Pérez Fuentes
Daniel Vite Lozano

1PM1

Biólogo Daniel Candelas Villagómez 

INTRODUCCIÓN
Embriología del testículo:
Si el embrión es genéticamente masculino, las células germinales primigenias llevan un complejo cromosómico sexual XY. Bajo la influencia del gen SRY del cromosoma Y, que codifica el factor que determina la formación de los testículos (FDT), los cordones sexuales primitivos siguen proliferando y se introducen profundamente en la médula para formar el testículo o cordones medulares. En dirección al hilio de la glándula, los cordones se dividen en una red de líneas celulares diminutas que más tarde originan los túbulos de la red testicular. Durante el posterior desarrollo, la túnica albugínea, separa los cordones testiculares del epitelio superficial.
Ya avanzada la séptima semana, la parte más interna de los cordones testiculares constituirá la red testicular, a la que se unirán a través de los túbulos rectos. La red testicular se conectara con el conducto mesonéfrico a través de 15-20 túbulos mesonéfricos que persistieron y que darán origen a los conductillos deferentes del testículo, que se conectan con el conducto mesonéfrico, el que se convertirá en el epidídimo.

Anatomía del testículo:
Los testículos son las gónadas masculinas: glándulas reproductoras ovoides pares, que producen espermatozoides y hormonas, principalmente testosterona. Los testículos están suspendidos en el escroto por los cordones espermáticos, de forma que el testículo izquierdo suele encontrarse suspendido más abajo que el derecho.
La superficie de cada testículo está cubierta por la capa visceral de la túnica vaginal, excepto la zona donde el testículo se une al epidídimo y al cordón espermático. La túnica vaginal es un saco peritoneal cerrado que rodea parcialmente al testículo, y que representa la parte distal cerrada del proceso vaginal embrionario. La capa visceral de la túnica vaginal está íntimamente unida al testículo, al epidídimo y a la porción inferior del conducto deferente. Entre el cuerpo del epidídimo y la cara posterolateral de los testículos se encuentra el seno del epidídimo, un receso en forma de hendidura de la túnica vaginal.
La capa parietal de la túnica vaginal, adyacente a la fascia espermática interna, es más amplia que la capa visceral y se extiende superiormente, a una corta distancia, por la porción distal del cordón espermático. Una pequeña cantidad de líquido en la cavidad de la túnica vaginal separa las capas visceral y parietal, y permite que el testículo se mueva libremente en el escroto.
Los testículos tienen una superficie externa fibrosa resistente, la túnica albugínea, que se engrosa y forma una cresta en su cara posterior interna, el mediastino testicular. Desde esta cresta interna parten septos fibrosos que se extienden hacia dentro entre lobulillos de túbulos seminíferos, minúsculos pero largos y muy enrollados, donde se producen los espermatozoides. Los túbulos seminíferos se unen mediante túbulos seminíferos rectos a la red testicular, una red de conductos en el mediastino del testículo.
Las arterias testiculares se originan en la cara anterolateral de la aorta abdominal, justo inferiores a las arterias renales. Discurren retroperitonealmente en dirección oblicua, cruzando sobre los uréteres y la porción inferior a las arterias ilíacas externas hasta alcanzar los anillos inguinales profundos. Entran en los conductos inguinales a través de los anillos profundos, atraviesan los conductos, los abandonan a través de los anillos superficiales, y entran en el cordón espermático para irrigar los testículos. La arteria testicular, o una de sus ramas, se anastomosa con la arteria del conducto deferente.
Las venas que emergen del testículo y el epidídimo forman el plexo venoso pampiniforme, una red de entre ocho y doce venas que se sitúan anteriores al conducto deferente y rodean la arteria testicular en el cordón espermático. El plexo pampiniforme confluye superiormente, formando la vena testicular derecha, que desemboca en la vena cava inferior, y la vena testicular izquierda, que drena en la vena renal izquierda.
El drenaje linfático del testículo acompaña la arteria y la vena testiculares hasta los nódulos linfáticos lumbares derechos e izquierdos y los nódulos linfáticos preaórticos. Los nervios autónomos del testículo proceden del plexo nervioso testicular, situado sobre la arteria testicular, que contiene fibras parasimpáticas vagales, fibras aferentes viscerales y fibras simpáticas del segmente T7 de la medula espinal.

OBJETIVO
Observar y analizar la anatomía del testículo e identificar las partes que lo comprenden.

MATERIAL
  •     Una charola de disección.
  •     2 lupas.
  •     Bisturí.
  •     Pinzas de disección.
PROCEDIMIENTO
  1. Observar exteriormente el órgano y localizar el epidídimo.
  2. En el primer testículo, realizar un corte longitudinal que incluya el epidídimo.
  3. Extender ambos órganos en la charola, de tal forma que se pueda observar su anatomía interior.
  4. Realizar un corte transversal al segundo testículo y extenderlo sobre la charola. 
  5. Realizar un corte transversal de la cabeza del epidídimo y otro de la cola del epidídimo.
RESULTADOS










 ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS
·    Observamos los testículos de un toro, los cuales tienen mucha semejanza con la anatomía y fisiología de los testículos humanos.
·     Identificamos algunas estructuras como la túnica albugínea, el epidídimo, la red de arterias y venas del testículo, el cordón espermático y los conductos deferentes.
CONCLUSIÓN
Durante la realización de la practica fue posible ver observar estructuras como la túnica albugínea, el epidídimo, el cordón espermático y los conductos deferentes, también se pudo obtener un poco de muestra de espermatozoides, fue posible la identificación de estas estructuras gracias a que anatómicamente y fisiológicamente el testículo del toro es muy similar al del humano, esto nos permite tener un mejor conocimiento sobre la anatomía del testículo humano.
BIBLIOGRAFÍA
  • Arteaga, S. (2013). Embriología humana y biología del desarrollo. México: Editorial Médica Panamericana.
  •  Sadler, T. (2012). Langman Embriología médica. (11ª ed.) Barcelona: Lippincott.
  • Moore K. (2010). Anatomía con orientación clínica. (6ª ed.) Barcelona: Lippincott.